Hace 15 años, Apple revolucionó la tecnología al presentar el primer iPad, un dispositivo que redefinió la forma en que interactuamos con la tecnología portátil.
El 27 de enero de 2010, Steve Jobs introdujo el iPad en el Yerba Buena Center for the Arts en San Francisco, posicionándolo como un puente entre los teléfonos inteligentes y las computadoras portátiles. Este innovador dispositivo ofrecía una pantalla multitáctil de 9.7 pulgadas, un chip desarrollado por Apple, un conector de 30 pines y opciones de almacenamiento de hasta 64 GB. Con un precio inicial de $499, el iPad fue diseñado para navegar por internet, leer libros electrónicos, ver videos y acceder a una creciente oferta de aplicaciones en una experiencia más intuitiva y envolvente. Jobs describió este dispositivo como “mágico y revolucionario”.
El iPad no solo presentó un nuevo formato de tecnología portátil, sino también una versión optimizada de iOS para aprovechar su pantalla más grande. Trajo consigo aplicaciones nativas como Safari, Mail y Fotos, e inauguró iBooks y la iBookstore, entrando de lleno en el mercado de los libros electrónicos dominado en ese entonces por Kindle. Su diseño inicial se distinguía por bordes anchos, un botón de inicio físico y una parte trasera de aluminio, pesando solo 1.5 libras y ofreciendo hasta 10 horas de batería.
Aunque su lanzamiento generó opiniones divididas, el impacto fue inmediato. Algunos destacaron su portabilidad y funcionalidad para consumir contenido multimedia, mientras que otros dudaron de su capacidad para reemplazar computadoras portátiles. Sin embargo, las ventas superaron expectativas: en su primer día se vendieron 300,000 unidades y, al cabo de un mes, un millón. Para finales de 2010, Apple había comercializado más de 15 millones de iPads, generando ingresos superiores a los 9,500 millones de dólares y estableciendo el dispositivo como un pilar fundamental de su oferta de productos.
Desde su debut, el iPad ha evolucionado con nuevas líneas como el iPad mini, el iPad Air y el iPad Pro, además de accesorios como el Apple Pencil y el Magic Keyboard. Con cada generación, se han agregado funciones como cámaras avanzadas, multitarea, diferentes tamaños de pantalla y conectividad USB-C, consolidando su lugar como un referente en tecnología moderna.
Un 9 de enero de 2007, durante la Macworld Conference en San Francisco, Steve Jobs subió al escenario para presentar un dispositivo que cambiaría el rumbo de la industria tecnológica: el iPhone. Con su característico estilo minimalista y cautivador, Jobs ofreció una demostración que quedaría grabada en la memoria colectiva como el nacimiento de una nueva era.
“Hoy, Apple va a reinventar el teléfono”, afirmó Jobs, generando una expectación sin precedentes. El iPhone combinaba tres dispositivos en uno solo: un iPod con pantalla táctil, un teléfono móvil y un navegador de internet. Aunque hoy estos conceptos nos parecen básicos, en su momento, la idea de un dispositivo completamente táctil, sin teclado físico y con una interfaz fluida y sencilla era revolucionaria.
El iPhone original tenía una pantalla de 3.5 pulgadas, un botón físico único en el frontal y una capacidad de almacenamiento de 4 u 8 GB, algo modesto comparado con los estándares actuales. Sin embargo, lo que verdaderamente lo hizo especial fue su software: iOS, con su capacidad multitáctil y su enfoque en la experiencia de usuario, marcó una ruptura con los teléfonos de la época, dominados por teclados físicos y sistemas operativos poco intuitivos.
La presentación de Jobs no solo fue el inicio de una línea de productos que hoy cuenta con miles de millones de usuarios, sino que también marcó un antes y un después en el diseño de teléfonos inteligentes y en la forma en que las personas interactúan con la tecnología. La innovación del iPhone influyó en otras industrias, acelerando el desarrollo de aplicaciones móviles, pantallas táctiles y redes de datos móviles.
Con el iPhone, Jobs no solo presentó un teléfono, sino una visión del futuro. A casi dos décadas de aquel histórico evento, el legado de esa presentación sigue vigente. En cada iPhone que se vende hoy, en cada gesto multitáctil que hacemos al deslizar la pantalla, se recuerda el momento en que Steve Jobs, con un simple “One more thing…”, cambió el mundo para siempre.
Curiosidades de la presentación
• Jobs realizó múltiples ensayos antes de la presentación debido a que el prototipo del iPhone no era del todo estable.
• El iPhone original no incluía App Store, ya que las aplicaciones de terceros aún no estaban permitidas; esta funcionalidad llegaría un año después con el iPhone 3G.
• La presentación se transmitió por primera vez en streaming a un público global, iniciando una tradición que Apple mantiene hasta el día de hoy.
El evento de 2007 es recordado no solo por la presentación de un dispositivo, sino como un ejemplo de cómo la visión y el liderazgo pueden transformar industrias enteras.
Este es el primer anuncio del iPhone que tanto ha cambiado nuestras vidas.
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